Ya hemos hablado anteriormente sobre cómo podemos mejorar el aislamiento térmico en el hogar para un mayor confort y una mayor eficiencia energética. Hoy os queremos presentar el Mapa de Frío que ha elaborado Danosa, compañía especializada en soluciones integrales para la construcción sostenible. En el mapa se muestran datos exactos sobre lospuntos críticos de la casa por los que se escapa la energía.
Según el mapa, el 30% del calor del hogar se esfuma por el tejado, convirtiéndose en la zona por la que más energía se escapa de toda la casa. Esto ocurre así ya que es la superficie más expuesta al ambiente exterior, hecho que es más notable ahora en épocas de frío.
Por esta razón, es muy importante reforzar el aislamiento en los techos, pues si se enfrían, se puede llegar a producir lo que se conoce como “radiación fría”. Es decir, tener sensación de frío a pesar de estar la calefacción encendida. Para saber cómo podemos prevenir o reducir estas pérdidas de calor, hablamos con Carlos Castro, experto técnico en aislamiento térmico de Danosa.
Según nos cuenta Carlos, la mejor forma de evitar que se escape la energía es “abrigar” la vivienda. “Es decir, aislando térmicamente el edificio, sus azoteas o tejados, sus fachadas, sus suelos inclusive. Si bien los edificios siempre han buscado dar abrigo y aislar del entorno con sus propios medios, la aparición de los aislamientos térmicos, como productos de construcción especializados en dicha función, ha permitido resolver con sencillez y eficacia esta necesidad”, explica Carlos.
Estos productos poseen un valor de conductividad mucho menor que los productos de construcción habituales, por lo que reducen el flujo de calor de forma drástica. “Se habla de aislamientos térmicos propiamente dichos cuando su valor l (lambda) es inferior a 0.065 W/m·K”, explica Carlos.
Por tanto, ¿qué beneficios aporta un aislamiento térmico? “El edificio logra proporcionar ‘abrigo’ de forma más sencilla, económica y eficaz”, cuenta Carlos. Esto se traduce en una reducción de la demanda energética de la vivienda (reducciones de más del 65%), asegurando así el mayor confort térmico con el mínimo consumo de recursos. “De hecho, un punto concreto de especial relevancia es que una envolvente con aislamiento térmico incorporado anula el efecto de radiación fría en condiciones invernales (o radiación caliente, en estivales). La temperatura “operativa” (la que percibimos) se compone de la temperatura del aire y de la radiante de las superficies que “ve” nuestro cuerpo. Si las temperaturas radiantes son parecidas a la temperatura del aire, al fijar ésta en el termostato (“temperatura de consigna”), no hay que subir el termostato para compensar las temperaturas radiantes frías (o calientes, según la época) de una envolvente nada o mal aislada. Así se ahorra un 6-7% de consumo energético por cada grado que reducimos”, explica Carlos.
Pero la realidad es bien distinta, ya que “el 99% de las viviendas en España sufre pérdidas de calor innecesarias en invierno por su ineficiencia energética”, según Danosa. La principal causa es que estas viviendas no se acogen al Código Técnico de Edificación de 2013 (por haberse construido anteriormente) y no cumplen las pautas básica de protección contra el frío o de ahorro energético.
Así pues, si los hogares tuviesen la protección adecuada y utilizaran un buen sistema de aislamiento térmico para no sufrir estas pérdidas de calor, la factura de la calefacción se vería considerablemente reducida (podrían ahorrarse unos 400€ anuales).
Por Marian Roselló Tomás|9 febrero 2017| http://www.cuidatucasa.com